Invoco al poder celestial para envíe a mi su rayo de sanación, para que restaure mi energía, restaure mis fuerzas y no me permita caer en las manos de la enfermedad. Vivo en tu reino Señor, el reino de la eterna alegría, donde la energía vital fluye por todo mi cuerpo. Soy fuerte, niego el cansancio, pues a mi nada puede fatigarme.