Abre tu corazón a Dios y sorprendete de lo que pasa!
No tengas miedo de abrir tu corazón a Dios. ¿Qué puede pasar? En verdad, pregúntate: ¿Qué puede pasar si le abres de par en par tu corazón al amor de Dios?, ¿qué puedes perder? Realiza el "salto de fe", como un trapecista que confía en que su campañero cogerá sus manos, mientras está flotando en el aire. «Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!» Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.» Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua. (Mateo 14, 22 – 36)». Así como Pedro, confiemos en las palabras de nuestro Señor, y no tengamos miedo de lanzarnos hacia los brazos amorosos de nuestro Señor. Abre tu corazón a Dios y sorprendete de lo que pasa!