El amor de Dios hacia los hombres no conoce lΓmites, no se detiene ante ninguna barrera de raza o de cultura: es universal, es para todos. SΓ³lo pide disponibilidad y acogida; sΓ³lo exige un terreno humano para fecundar, hecho de conciencia honrada y de buena voluntad. Escucha esta OraciΓ³n antes de Dormir y mira lo que pasa!